lunes, 20 de diciembre de 2021

Sin vos

    Y de repente, una noche de verano, ya no trepabas como telaraña

por mis pies desnudos

dejando huellas entre los bellos de mis piernas, como hormigas que marcan 

el caminito al nido.  


Y de repente una noche dejé de soñarte mía,

 

te quite el poder de alborotar mis sentidos y como puta magia

 

tu voz ya no resonaba a coro en mis retinas,

 

ya no invadías mi cuerpo con tu perfume a margaritas y lilas. 


Y de repente, aquella noche me descubrí excitada sin vos


entonces volví a ser dueña de la cuerpa que alguna vez te amó.

 

Y ahí estaba voluptuosa. Para mi


                    mojada…  

                                          erizada...

                                                             extasiada…


con mis dedos impregnados de translúcido néctar, libres de cada una de tus esquirlas.   


Y de repente, no hubo otra noche, ni otro instante en el que te sintiera


de golpe en mis oídos, susurrando encantadas melodías

  

y ya mis labios no balbuceaban, tu nombre, maldito.


Y de repente, 

una noche 

estaba 

desaprendiendome 

de 

vos.


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